En tiempos en los que el ahorro se convirtió en un eje fundamental para todas las compañías, las búsquedas de soluciones integrales en movilidad corporativa que mantengan altos los beneficios comenzaron a ser cada vez más necesarias.
La posibilidad que brinda el renting, entendiéndose a éste como el usufructo de un vehículo con todos los gatos incluidos en un canon mensual, en contrato por mínimo de tres años, resalta con fuerza en el mercado; especialmente, en el último tiempo cuando la movilidad y la seguridad pasaron a primera plana.
En lo que respecta al renting en función del capital humano, es importante que el servicio de renting que se brinde se adapte a las necesidades y características de la empresa y de cada uno de los empleados. Los contratos se amoldan según lo requerido y según el objetivo del cliente: puede ser de acuerdo al tiempo que cierto grupo de empleados necesite, por ejemplo, de treinta o sesenta meses. Además, el cliente tiene la opción de comprar el vehículo, una vez finalizado el contrato, siempre ajustándose a las políticas vigentes de la compañía.
A su vez, la empresa, en concordancia con sus empleados, elige marca, modelo, kilómetros anuales y duración; teniendo la garantía del reemplazo del vehículo por uno 0km. Esto mejora la motivación de los empleados y la imagen del cliente frente a terceros.
Por otro lado, el servicio de renting comprende la atención personalizada a los clientes todos los días del año, en todo momento. Esto es primordial en las relaciones verticales y horizontales dentro de una institución, y permite la fidelización y la confianza de los empleados que dan uso a los vehículos en renting.
Este último, de la mano de la gestión de flotas, facilita el registro de toda la actividad de la flota, olvidándose el cliente de la administración, los trámites, la gerencia de los empleados y la estabilidad de los activos.
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